Hoy en día cada residuo tiene su sitio en los contenedores de colores: el verde para el vidrio; el azul para el papel y el cartón; el amarillo para los plásticos y las latas; y el resto, para los residuos orgánicos.

Recogida de papel

La recogida de papel se realiza una vez por semana.

Se sabe que la producción de papel a partir de papel usado reduce notablemente el impacto sobre el medio ambiente de su fabricación, en términos de vertidos a las aguas y consumo de energía, principalmente. Para fabricar una tonelada de papel a partir de materia prima virgen se necesitan 15 árboles de tamaño mediano, por lo general pinos o eucaliptos, más de 100.000 litros de agua y casi 100.000 Kwh de energía eléctrica. Para fabricar la misma cantidad de papel reciclado sólo necesitamos papel usado, 8.000 litros de agua y menos de 4.000 Kwh de energía eléctrica. Además, obtendremos cierto ahorro económico utilizando el papel con más eficacia en nuestras casas. También, reduciendo la compra de papeles y sustituyéndolos por paños y servilletas de tela. Al igual que si elegimos productos con el mínimo empaquetado posible.

Recogida de vidrio

La recogida de vidrio se realiza una vez por semana.

El reciclado de vidrio supone beneficios sociales, ambientales y económicos, ya que genera un significativo ahorro energético. Por cada 3.000 botellas que se depositan en el iglú se ahorran 130 litros de fuel, debido a que el vidrio que se recicla funde a una temperatura más baja. Si hiciéramos una extrapolación de datos para trasladar el ahorro energético a una situación domestica podríamos afirmar que tan sólo con la energía que ahorra el reciclaje de una botella sería posible mantener encendida un bombilla de 100 vatios durante cuatro horas.

Aunque el ahorro energético que se logra es importante, no es el único beneficio. El ahorro de materias primas evita la destrucción de terrenos por extracción y contribuye así a la preservación de los ecosistemas potencialmente afectados por esta industria: reciclando 3.000 botellas se ahorra una tonelada de materias primas.

Por ello, el número de contenedores de reciclaje se ha ido incrementado poco a poco en los últimos meses y la perspectiva es seguir aumentándolos, para facilitar su acceso a todos los vecinos.

Recogida de envases ligeros

La recogida de envases ligeros se realiza tres veces por semana.

Los envases de plástico, brik y latas, depositados por los ciudadanos en los contenedores amarillos se trasladan a instalaciones de selección, donde se clasifican por materiales para, posteriormente, ser entregados a recicladores y recuperadores que lo convertirán en nueva materia prima con la que fabricar diferentes productos, como prendas textiles (forros polares), material de construcción (tuberías y moquetas), mobiliario urbano (bancos y bolardos) y nuevos envases metálicos entre otros.

El contenedor dispone de dos orificios para introducir los envases y evitar que se pueda depositar otro tipo de residuos que contaminaría el contenedor y haría inservible el resto de envases.

Recogida de aceite doméstico

Si tiramos el aceite por el desagüe, llega hasta los ríos e incrementa su carga orgánica contaminante llegando a formar capas en la superficie del agua que impiden el paso del oxígeno, y con ello, el desarrollo de la vida acuática. Un solo litro de aceite doméstico contamina 1.000 litros de agua. Los aceites domésticos son muy sencillos de reciclar, y además, muy útiles. A partir de ellos, obtendremos productos como jabones y detergentes, velas, aceites industriales, y combustible diesel utilizado en nuestros vehículos.

El Ayuntamiento de Cabanillas del Campo ha instalado en las inmediaciones del Ayuntamiento un contenedor para la recogida de aceites domésticos. Tan solo es necesario que los vecinos depositen el aceite usado en una botella de plástico y la introduzcan en la boca del contenedor.

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